San José Costa Rica, 14 de mayo 2019 – La Alianza Mesoamericana por la Biodiversidad (BPM) en conjunto con APM Terminals Moín organizó el pasado martes el foro “Biodiversidad y Negocios, una relación de ganar-ganar” la cual tuvo lugar en la Embajada del Reino de los Países Bajos. Los invitados y participantes intercambiaron casos de éxito y desafíos de proyectos ambientales de sus empresas, unidos por el mismo objetivo: la protección de la biodiversidad.
“Solamente con alianzas podemos lograr el cambio”, así concluyó George Jaksch, presidente de la Alianza BPM, el discurso. Estas palabras ganan importancia ante el recién publicado reporte IPBES Global Assessment Report on Biodiversity and Ecosystem Services 2019 de Paris. El reporte muestra los resultados del análisis sobre el estado global de la biodiversidad y de los ecosistemas. Los números revelados son realmente preocupantes: Alrededor de 1,000,000 especies se ven amenazadas severamente de su extinción. Su desaparición tendrá un enorme efecto en toda vida humana, así como en la viabilidad de las empresas.
Es esencial que cada empresa evalúe su impacto ambiental. En este contexto, el Dr. Vladimir Varela del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE) realza que Centroamérica y el Caribe son una región altamente amenazada, debido, principalmente, a la deforestación. Pero proteger el medio ambiente también puede abrir nuevas oportunidades: evitar, reducir y mitigar los impactos negativos de una empresa puede ser beneficioso, ya que se crea una mejor imagen de la empresa y se abren nuevos mercados.
Mauricio Solano, Asesor Técnico de la GIZ (Cooperación alemana para el desarrollo), presentó varios estudios de casos de su programa “Biodiversidad y Negocios en Centroamérica y República Dominicana”, mostrando que los desafíos de un país como Costa Rica al final se repiten mundialmente de manera parecida. Es por ejemplo esencial cuidar sosteniblemente los ecosistemas que proveen la población y la economía con el recurso más esencial: el agua. En San Pedro Sula (Honduras) la Alianza para Seguridad Hídrica se ocupa de esta tarea importante en cooperación con la GIZ, creando, por ejemplo, brigadas agroforestales y apiarios.
El foro contó, además, con los aportes de expertos de la biodiversidad de instituciones como Centro Científico Tropical, la Fundación Panthera y LAST (Asociación Latin American Sea Turtles) que cuentan con el apoyo de APM Terminals Moín que inauguró a finales de febrero su nueva Terminal de Contenedores (TCM) de Moín, ubicada en la costa atlántica de Costa Rica. Para APM Terminals es importante mitigar y compensar el impacto de sus construcciones, especialmente, sobre la biodiversidad local. Para eso, APM Terminals realizó anteriormente un estudio de impacto ambiental y socioeconómico, cuya actualidad sigue evaluando a lo largo del tiempo para, en caso necesario, adaptar los métodos de protección ambiental. Dentro del Plan de Gestión Ambiental se ejecutan actualmente 15 Proyectos Ambientales en las siguientes áreas: biológica, socioeconómica y físico química.
La Fundación Panthera se ocupa entre otros del monitoreo de jaguares y de la evaluación de su bienestar en general. Para lograrlo, es importante identificar barreras en los territorios del jaguar, ya que la construcción de vías provoca una ruptura de conectividad de áreas. Daniela Araya Gamboa resaltó la importancia de la toma de datos científicos para trabajar de manera más eficiente. Así, la fundación determinó que la ruta 257 está construida de la mano con el ambiente pues no solo es un viaducto sino cuenta con pasos de animales, entre otros; asimismo logró identificar oportunidades de mejoramiento para el corredor biológico en torno a la Ruta 257.
Marlon Salazar, consultor ambiental del Centro Científico Tropical (CCT), compartió un caso parecido: Su equipo no contaba con datos concretos – anteriores a los tomados durante el Estudio de Impacto Ambiental de APM Terminals – sobre el estado de la biodiversidad del Río Moín en Limón, hábitat altamente rico, hogar de manglares que minimizan el impacto de tormentas, así como refugio para miles de aves locales y migratorios. Sin embargo, el desaparecimiento de manglares durante las últimas décadas fue innegable. Para demostrarlo, el CCT realizó un estudio sobre la sobrevivencia de manglares en diferentes parcelas. Alrededor del 90% de la pérdida se podía considerar la consecuencia de tala. Asimismo, el centro ha estudiado las demás especies de flora y fauna del área, como los cangrejos del río, los cuales terminan en números altos en redes pescadores y, finalmente, en platos locales, ya que forman parte de la gastronomía local. A la velocidad actual, la pesca pone en peligro la existencia de los crustáceos, y al mismo tiempo el bienestar económico de los pobladores.
“La inversión en concientización no tiene precio”, confirma Didier Chacón Chaverri, que lleva 30 años trabajando en la conservación ambiental. Como representante de la Asociación Latin American Sea Turtles (LAST) se dedica a la protección de tortugas marinas, entre otros en la playa de Moín para el Centro Científico Tropical en el Proyecto Terminal de Contenedores de Moín. De ahí, llegarán hasta costas tan lejas como las de España o Marruecos. “Algunas especies de tortugas son altamente migratorias”, explica Chacón. “Por eso, las tortugas nacidas en Costa Rica no se pueden considerar un recurso costarricense, sino un recurso global. Las buenas o malas prácticas hacia las tortugas en un país tienen un impacto inmediato en las poblaciones de otros países.” Globalmente, las tortugas están en proceso de extinción, debido a amenazas omnipresentes como el plástico en el mar y en las playas, derrames de petróleo, luz irritante y la pesca incidental que deja a muchos animales ahogados entre las redes de pesca. Para asegurar el bienestar de las tortugas que llegan a la playa de Moín, APM Terminals en el marco de su Plan de Gestión Ambiental de la TCM realiza patrullajes nocturnos y monitorea el anidamiento. Con las escuelas locales organiza excursiones a la playa, concientizando a la nueva generación sobre la importancia de la conservación ambiental.
La Tigra Rainforest Lodge, representado en el foro por Adolfo Quesada, también invierte en los jóvenes para crear un mejor futuro. El Eco-Lodge, ubicado en San Ramón de Alajuela, ya ha reforestado más de 8,5 hectáreas. Regularmente, La Tigra invita a los estudiantes de las escuelas locales al lodge para que se conecten con la naturaleza y empiecen desde temprano a cuidar lo suyo, plantando árboles. “Tienen que aprender a proteger el medio ambiente – al final, cada intento de protección es para el mundo en que vivirán ellos” consta Quesada.
Otro representante del Centro Científico Tropical, Jaime Echeverría, presentó su proyecto sobre la restauración de arrecifes coralinos en las costas de Moín también realizado para le empresa APM Terminals Moin. La introducción de armazones de acero en el mar genera cambios en las corrientes y facilita el asentamiento de corales sobre las estructuras artificiales. Paulatinamente, los peces también suelen encontrarle uso a las nuevas estructuras como refugio, lo que significa un aumento de ganancia para los pescadores locales. El equipo del Centro Científico Tropical instala las construcciones a propósito en aguas poco profundas y cercanas de la costa para que, en un futuro cercano, sirva también como destino de ecoturismo y aprendizaje para buceadores.
“Hemos visto ejemplos maravillosos donde la gente alrededor de los proyectos y de las empresas está logrando proteger el medio ambiente – con la gente y para la gente. Lo inminente ahora, quizás el reto más grande, es cambiar la mente de las personas, de nuestras familias, de los jóvenes estudiantes y de los políticos”, termina George Jaksch.
BPM le agradece a la Embajada de Reino de los Países Bajos y a APM Terminals por su hospitalidad y colaboración.