Acerca de la biodiversidad
La biodiversidad se puede subdividir en tres componentes, relacionados entre sí:
1. Especies: aunque se han identificado casi dos millones de especies en el mundo, algunos científicos reconocen que puede haber más 13 millones, desde criaturas unicelulares e insectos, hasta plantas y grandes mamíferos.
2. Ecosistemas: bosques, desiertos, humedales, montañas, ríos y mares son solo algunos ejemplos de ecosistemas o interacciones entre los seres vivos con el agua, suelo y aire que los rodea.
3. Genes: los componentes vitales, el ADN. Es lo que determina la singularidad de cada individuo y lo que diferencia variedades de cultivos, razas de animales o especies entre sí.
El ser humano forma parte de estos tres pilares y, a su vez, ellos sustentan la permanencia de la especie en el planeta; son su póliza de vida, debido a todos los recursos que les provee para su sostén natural y económico.
Alerta global
Durante el siglo XX, el crecimiento de la poblaciónse cuadriplicó y el producto económico del mundo se multiplicó ocho veces. Dichos incrementos, acompañados de modelos no sostenibles de consumo y la utilización de tecnologías poco racionales con el ambiente, provocaron desequilibrios en los ecosistemas como la desaparición de algunas especies a un ritmo entre 50 y 100 veces más rápido que el natural.
Se prevé que este fenómeno se intensifique de forma dramática en el futuro cercano. Son varias las señales de una alerta global, entre muchas otras:
Si el mundo mantiene los parámetros de crecimiento actuales, 34.000 plantas y 5.200 especies animales — incluyendo una de cada ocho especies de aves— estarán en peligro de extinción.
- La vida marina se encuentra en riesgo. Alrededor del 10% de los arrecifes de coral, uno de los ecosistemas más ricos, está destruido y una tercera parte de los que quedan podrán desaparecer en los próximos 10 a 20 años.
- El 30% de las variedades de las principales especies de animales de granja se encuentran actualmente expuestas a alto riesgo de extinción.
- Cerca del 45% de los bosques originales del mundo han desaparecido, como resultado de las talas emprendidas principalmente durante el siglo pasado.
- La pérdida de la diversidad biológica causa impactos en los sistemas de producción, reduce la capacidad de los ecosistemas para enfrentar desastres naturales y hasta tiene efectos en la cultura.
Sin una biodiversidad estable, la humanidad y más específicamente las empresas pierden acceso a recursos vitales, conocidos como “bienes y servicios”, como madera, combustible, fibra, materiales para la construcción, aire y agua limpios; un clima estable y moderado; suelos fértiles, polinización de plantas, control de plagas y enfermedades; conservación de recursos genéticos (para la producción de medicamentos, por ejemplo), entre otros.
Hasta el 2050, se estima que habrá más plástico que peces en el mar.